No todo es mala noticia para la industria en tiempos de pandemia. Si bien para la gran mayoría de las empresas y rubros de la economía ha sido y es una experiencia complicada, para algunos pocos ha traído buenos negocios. Los embates del parate general en las actividades y la reducción de la movilidad social y los traslados, provocó una necesidad mayor de resolver cosas sin moverse de la casa.

Para los profesionales de estas actividades, la crisis causada por el Covid-19 será similar o peor a la crisis del 30 y afectará a todos los sectores y países del mundo en forma prolongada. En este contexto tan difícil y extremo, son pocas las áreas que parecen quedar libres o incluso beneficiarse de la novedosa y extrema situación.

En este selecto grupo se encuentra, sin duda, el comercio electrónico, con cifras que en todo el planeta bate récords cada día. Las complicaciones y hasta incluso prohibiciones de salir a la calle, para realizar actividades de rutina, como puede ser la compra en el supermercado o el pago de un servicio público, impulsó a muchas personas a optar por opciones de pagos digitales, con el objetivo de reducir al mínimo la necesidad de salir del hogar o manipular dinero en efectivo.

Empresas especializadas en rubros como la indumentaria, como Reusch, confirman esta tendencia. Es un hecho, las personas siguen comprando prendas y accesorios y privilegian internet como el medio para hacerlo.

Sólo en los Estados Unidos, el crecimiento del ecommerce en 8 semanas pasó del 16 al 27 por ciento. Como referencia vale mencionar que tardó 10 años en saltar del 5,6 al 16 por ciento.

El crecimiento exponencial en esta forma de adquirir productos, permite proyectar que estos cambios de hábitos que hicieron que hombres y mujeres opten por una compra online en vez de una física, es una rutina que llegó para quedarse, con respecto a las preferencias de los compradores de todo el mundo.

Entre las razones de esta predilección, puede mencionarse, en primer lugar, ventajas como la comodidades, la seguridad y la simpleza a la hora de adquirir un producto o servicio.

En segundo lugar, se encuentra el hecho de que soluciona y da respuestas efectivas a las necesidades coyunturales provocadas por la necesidad del confinamiento en el hogar. Evitar el contacto físico es sin duda su mayor beneficio.

Finalmente existen otros beneficios inherentes al mundo digital, como puede ser la posibilidad de encontrar exactamente lo que se está buscando; desde una computadora, pasando por una camiseta de arquero, hasta un auto, sólo es cuestión de afinar las búsquedas para dar con el producto elegido y encontrar miles de ofertas en internet, formas de pago y variantes para el navegante.

Estas opciones también incluyen la opinión de otros usuarios, consejos y recomendaciones en foros y sitios especializados, que permiten realizar una investigación mayor y completa, antes de elegir una marca por sobre otra.

Con todo, está claro que el futuro del comercio electrónico es uno de los negocios más promisorios y prometedores en el corto y largo plazo.

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